Prólogo. Los ángeles tienen nombre

37/60
cáncer infantil

#losangelestienennombre

PODCAST – PRÓLOGO. LOS ÁNGELES TIENEN NOMBRE

Dedicado a un ángel: “Samuel Gómez”

LECTURA – PRÓLOGO. LOS ÁNGELES TIENEN NOMBRE

Dedicado a un ángel: “Samuel Gómez”

No puedo escribir un prólogo de los pensamientos, porque los pensamientos, pensamientos son. No es un libro de autoayuda. No es una novela. Tampoco llega a ser un diario. No es un ensayo. Ni siquiera puedo decir que sea una historia real. Tan sólo es la historia real de mi vida. De mi aislamiento personal y el de mi familia. Es sin duda un libro para curiosos. Para los que tan solo queréis saber si os sentís identificados, conocer el aislamiento de una familia al completo, que se aisló por el cáncer de un hijo y más tarde por una pandemia mundial. No esperéis nada. Leedlo sin expectativas. Tan sólo quedaros con lo que os sirva y disfrutad, o no, de una madre que un día abandonó su vida en una habitación de 6m2 y casi sin haber salido de ella, lo cambió por su gran palacio de 100m2, su casa. Todo en busca de la salvación de un hijo y de una familia.

Cuando sabes de verdad lo que es vivir aislado. Cuando lo que te juegas es la vida de un hijo, el reloj se para de verdad. No hay cuenta atrás. A veces es un día más para seguir disfrutando de su sonrisa y a veces un día menos de tratamiento. Siempre sumas o restas según interese.

No es un prólogo, porque creo que la vida es un prólogo. Siempre nos estamos preparando para lo que viene y cuando llega ya estábamos tan preparados que estamos listos para el siguiente.

Si una vez leas las frases, las palabras, narradas, contadas, conectadas o desconectadas simplemente asientes, te reconforta o te causa curiosidad, quizá son palabras que puedan conducirte al entretenimiento e incluso aprendizaje de alguien, que muy humildemente, y sin haberlo deseado nunca, pasó por un aislamiento severo, de esos que te cambian la vida para bien, el de mi familia.

Nunca jamás, me gustaron los cumplidos. Como a todo el mundo emociona escucharlos por supuesto. Así que quizá me expresé mal, no es que no me gusten, es que no actuó en la vida para conseguirlos. Siempre generé una cierta necesidad de ayudar al de al lado. Siempre hubo algo incontrolable en mi, que despertaba un radar en mi corazón, y sonaban las alertas, cuando alguien conocido, al que por una razón u otra aprecio, necesitaba algo. Y sin control alguno de mi cuerpo, siento la necesidad de ayudar.

Después de la leucemia de Samu. De una experiencia tan horrible. Esas alarmas se agudizaron y empecé de nuevo un prólogo de mi vida. Mi vida tras el cáncer de un hijo.

Por cierto. Soy Rocío Bracero. Simplemente una madre. Normal y corriente. Trabajadora, curiosa, amiga, hermana, mujer de un gran compañero de viaje, madre de una superviviente y de un ángel. No todos tenemos la suerte de tener uno. El mío se llama Samuel, sus alas invisibles se las dieron el 9 de mayo de 2018 en el Hospital de La Paz de Madrid. Por su fuerza no las ha tenido que usar para volar, pero conocemos a otros muchos ángeles que sí. Por ellos, por ello y por la responsabilidad que supone ser una madre privilegiada, un día supe lo que es estar aislada y hoy quiero contarlo, sin ningún objetivo concreto. Sólo contarlo.

Palabras que me dedicaron en una de mis publicaciones durante la Pandemia de 2020 y que me empujaron a escribir estas palabras que uno en un libro:

“En la época que vivimos de postureos, seguidores falsos e intentos de proyectar vidas perfectas, estás tú. Natural, sencilla y risueña. Preciosa por fuera, pero más por dentro. Valiente. Luchadora. Con tu manera de enfrentar la vida sin filtros. De cara. Siempre ahí. En lo malo, regular y bueno. Sin mirar a nadie por encima del hombro. Aportando algo cada vez que puedes.

A ti, que eres tan distinta en un mundo de iguales, si algo tengo claro es que te quiero siempre en mi equipo. Si puedo darte una cuarta parte de lo que me has dado, estaré encantada de hacerlo siempre”.

Autora: Carmen (vecina y amiga)

Si he causado algo así en alguien. Simplemente por eso lo cuento en alto. Por si eres una de esas personas que al leerme te sirvo para algo. Aunque solo sea un poco. Habrá merecido la pena.

 

(Te invito a seguir mi historia que iré publicando en este blog, con podcast y texto. Te puede llegar al mail si te suscribes a mi newsletter. Si mis palabras te pueden ayudar ya habrán cumplido una gran función)

 

“No pienses en hacerlo después quizá el después se esfume”

ROCÍO BRACERO

¿Hablamos?

Escríbeme un par de líneas.

Compartir: