Desinformación en tiempos de COVID

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#desinformacioncovid

San Google, o San buscador seleccionado, es la vía rápida de acceso a la información. En cualquier sitio, en el trabajo, en el transporte público o entre reuniones. Acceso rápido a datos, estadísticas y todo aquello que se nos ocurra. Pero ¿la información informa o desinforma?

Soy periodista hace más de 20 años, ¡qué horror!, ¡cómo pasa el tiempo!… y siempre he defendido que la objetividad no existe. Incluso cuando estaba estudiando la carrera y quería salir a ganar el Pulitzer y cambiar el mundo con mis reportajes de investigación y mi periodismo crítico… ahora me escucho con añoranza, sabía que la objetividad era un mito. No es que no confié en mi profesión, pero no nos engañemos, los hilos mediáticos existen, al igual que los hilos de cualquier multinacional o empresa. Y además aunque busquemos ser objetivos… ¿qué es la objetividad? ¿los datos? ¿qué datos?, ¿de dónde salen? ¿quién los proporciona?, ¿qué hay realmente real?.. al final, creo, desde mi humilde opinión siempre, que los datos, la información la interpretamos desde nuestro propio yo… el interno, el de uno mismo. Por eso yo con mis clientes trabajo desde la verdad. Hacemos un buen equipo, porque mi #yomisma es lo que necesitan para su comunicación.

desinformación

“Más sabe el diablo por viejo que por diablo” me decía siempre mi padre, y es así. Según pasan los años me doy más cuenta aún. Pero si algo si que hay de objetividad, es que aunque busquemos la información, siempre en el prisma que más nos gusta escuchar, que es más fiel a nuestros ideales, valores o sentimientos, hay algunas verdades que no es que sean subjetivas, si no falsas, y pueden llevar a error. Son los fakes.

Cuando diagnosticaron a mi hijo de leucemia. Aún recuerdo, como esa noche de hospital, en la que aún no sabía el apellido de esta maldita enfermedad, cuando me quede por fin sola, mientras el ya dormía, quise buscar todo tipo de información acerca de las posibles leucemias en “San Internet”… y me di cuenta que era el mayor error que estaba cometiendo. Más fácil que yo no lo tenía nadie. Estaba en un hospital, rodeada de médicos y equipo sanitario, que me darían toda la información que yo necesitaba. Pero la lucha, el miedo, el defecto formativo, me llevo a querer sobre informarme y es un error, que sabía desde primero de carrera; verifica las fuentes. 

 

Estamos ante  una situación adversa. Que lleva a la sobre información de los medios de comunicación, estamos bombardeados por actualidad, que no llega ni a ser actualidad, contenidos televisivos copados de cifras, de datos. Este verano nos informaban con la misma urgencia 1 fallecido que hoy 220 al día… al final todo depende de lo que marque la actualidad y no podemos, ni debemos dejarnos llevar por el terror y por el miedo. Ni tanto ni tampoco. No quiero decir que los medios mientan, ¡Dios me libre! pero qué tenemos que saber escuchar y leer la información. Desde el prisma más objetivo que nuestra propia realidad y nuestro propio entorno nos permita. Y aunque las fuentes escogidas sean las más afines a nuestra propia realidad, debemos escoger algunas menos afines para poder intentar empatizar con otras realidades y entornos para poder comparar.. y llegar así a esa objetividad tan famosa de la que se habla.

covid

Eso evitaría también que los fakes se reprodujesen casi con más velocidad que este virus. A veces esa inmediatez que nos ofrece estar siempre conectados nos hace leer en vertical, en horizontal y en diagonal. Compartimos información que nos llama la atención tan sólo por un titular, una entradilla, un subtítulo o una fotografía… Coincide con lo que pensamos, nos sorprende, concuerda justo con el debate que tuve ayer en el trabajo.. y ¡pum! comparto… sin verificar fuente, sin leer la información y sin contrastar. Y al final empezamos a entrar en un pánico colectivo… la pólvora ya ha prendido y es tarde.

La desinformación, la exageración puede llevarnos y conducirnos también a crear una crisis económica. No voy a entrar en la gestión o no de una pandemia sanitaria, pero sí podemos pensar en cómo gestionamos esta sobre información para no perder la cabeza, ni el raciocinio. Para poder seguir conviviendo con un virus que parece, ha venido para quedarse. Para poder seguir llevando adelante un país que sufrirá otra gran pandemia, la económica y que la sobre información no nos deja ver del todo.

Salvemos vidas a la vez que salvamos el hambre. Informemonos bien del todo antes de tomar decisiones. Leer es algo que por suerte todos hacemos, disfrutamos de la enseñanza. Y nuestro propio yo nos permite analizar una situación. No nos manipulemos a nosotros mismos por la inmediatez del día y de la cambiante información.

Mi humilde opinión.

 

“La información es aquella herramienta capaz de destruir el mundo”.

ROCÍO BRACERO

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