#comunicacion
En los tiempos que corren de teletrabajo muchos empiezan a entender también la pobre vida del autónomo. Mejor dicho, de un tipo de autónomo, el que trabaja en casa. Atiendo una call, a la vez que bajo en silencio a los niños al colegio, pongo una lavadora, hago las meriendas, el pino puente y cuando me quiero dar cuenta el último mail lo estoy enviando a las 20h de la tarde. ¡Qué horror! ¿estáis así ahora?
Soy fan del teletrabajo. No me mal interpretéis. Creo que somos muy eficientes. Capaces de concentrarnos y con ello de conciliar también que es muy importante. Pero es cierto que el teletrabajo ha irrumpido, más bien interrumpido con fuerza con el COVID, y no es lo mismo.
No es lo mismo teletrabajar con una organización, un horario, un espacio y una frecuencia, que teletrabajar con un hijo confinado porque en la clase hay positivos, otro en el colegio, horarios escolares continuados, comidas en casa, sin opción de hacer reuniones presenciales ni de socializar…. ahhhhh!!!!!! Hay días que me doy cuenta de que no me he quitado el pijama nada mas que para ponerme un chandal y bajar corriendo al colegio.
Lo sé de sobra. Llevo muchos años teletrabajando, soy autónoma. De esas que sus funciones las pueden hacer desde casa. He teletrabajado siempre conciliando, porque decidí emprender al ser madre. Y siempre escuché, yo no puedo entro a las ocho, yo no puedo es que tengo que ir a.. y así todas las ayudas que pedías. Claro, teletrabajas y eres tu propio jefe, se interpreta que puedes encargarte del resto, casa, niños, médicos, cumpleaños, extraescolares, la compra… y ser capaz de concentrarte y crear entre horas, como puedas, y si no trabajar a las 12 de la noche cuando parece que la calma ordena la casa… así estuve muchos años… así que esto del COVID no me pilla de nuevas….
Pero os entiendo perfectamente. Cuando van al colegio, no están malitos y todo tiene un cierto orden universal, levantarse y trabajar en casa es un privilegio. Te permite concentrarte, sacar trabajo adelante, reunirte y luego conciliar y ser padre o madre con tus hijos. Es perfecto.
El problema llega con el desorden y el caos que trae consigo una situación como la que vivimos. Un día teletrabajo, call que se alargan, calendarios cambiantes, situaciones de confinamiento de cualquier miembro de la familia, un día te levantas y uno no puede salir, y tienes que volver a cambiar todo, la compra, las comidas, horarios de colegio que no se amoldan a la conciliación y sin socializar. Es muy importante. Incluso los autónomos teníamos reuniones presenciales que te permitían socializar. Ahora todo es telemático y en el tiempo de ocio tampoco puedes hacer nada y empieza a invadir la tristeza y la ansiedad. Esa sensación de no parar pero realmente no tener ni un minuto libre.
Yo he vivido muchas situaciones. He trabajado en el hospital estando mi hijo malito. A los autónomos no nos perdonan. He trabajado con bebés, incluso dándoles el pecho. He trabajado mucho de madrugada. En desorden. Ahora no me resulta más difícil pero entiendo la ansiedad y la tristeza de mucha gente, hay días que ni les da tiempo a quitarse el pijama.
El teletrabajo debería instaurarse. Es bueno para la empresa, para el empresario y para el empleado. Y de verdad, hay trabajos que lo permiten. A nivel medio ambiental tiene beneficios. Y siempre volverá la posibilidad de reuniones presenciales. Pero no sois únicos por no desearlo ahora y querer volver a la oficina. Ante un caos tan terrible como el que se vive en las casas y tan desordenado es lógico.
Yo llevo dos días en pijama, trabajando más de 12 horas diarias, con clases telemáticas de mi hijo de 5 años que me necesita constantemente e intentando mantener el espíritu navideño en casa y organizar mi vida personal.
Soy capaz de enloquecer, no puedo ni salir a correr, y llevo días sin hablar con un adulto. Como mucho con los WhatsApp que me cruzo, las call, pero no con nadie cara a cara. Así que sí, no estoy en pijama por placer pero seguro que el universo vuelve a organizar el caos en el que nos metió.
Y tú, ¿cuántos días has estado en pijama, cuál es tú máximo?
Como siempre mi humilde opinión.
“No me quede en babia busco concentración, teletrabajo”
ROCÍO BRACERO