#comunicacion
Creo que todo en esta vida es comunicación, puede ser trending topic, de interés masivo, como terapia o algo personal, pero es comunicación. No siempre la comunicación debe ser masiva, a veces su único objetivo es terapéutico. Lo que sí o sí tiene la comunicación siempre, es un objetivo final. Vamos a descubrir el de hoy.
La semana pasada fue difícil. No porque me ocurriese nada malo, ni mucho menos. Todo va cogiendo cierto orden, y eso me da cierta paz. Pero está es una semana en la que vuelven los fantasmas. Los míos propios, contra los que tengo que luchar siempre. El miedo.
Voy a intentar poner el orden también en mis palabras porque hoy soy como un torrente de emociones, y quizá eso os pase a vosotros, y como siempre leerme puede entreteneros, aburriros soberanamente o compartir alguna sensación que puede ayudarte.
Estoy preparando varios proyectos relacionados con la ayuda en la gestión del miedo. Cuando el cáncer llama a tu puerta, o cualquier otra enfermedad, incluso el COVID, al que tanto miedo se le tiene, gestionar el miedo es terrible. Puedes llegar a entrar en pánico. Mi gran amiga y psicóloga, ambos adjetivos igual de importantes, sólo que ante todo es amiga… me ayudo mucho a gestionar el miedo cuando más lo necesitaba. Pero me aviso que los fantasmas volverían. Hoy voy a mi tercera revisión post tratamiento de leucemia con mi hijo Samuel, está perfecto lo sé, pero los fantasmas siempre quieren amargarme el día. Los controlo no creáis. Trabajo mucho en ello. Pero si alguna vez habéis recibido una noticia de esas que os han cambiado la vida, y que no sabes del todo si acabarán nunca, entenderéis ese miedo del que hablo.
Con mi amiga y psicóloga Ana, he compartido muchas cosas, y con ella, estoy preparando un proyecto precioso y maravilloso. Queremos compartir parte de esa comunicación y ayuda que pronto os contaré a través de la Asociación Sonrisas sin Cáncer. Ana gracias por tanto.
Pero además este sábado forme parte de la magia. La Fundación Cris contra el cáncer, tan importante en mi vida, volvió a ser la causa primera del gran trabajo de otra gran amiga que me ha dado el maldito cáncer, Gema. Cada año organiza una cena para recaudar fondos para la investigación con un titular increíble “Siempre Lucía”, no seré yo quien cuente su historia, pero el nombre lo dice todo. El año pasado estaba deseando asistir. Unas horas antes de la cena, el cáncer, ese miedo, volvió hacerse presente en mi vida y acabe en urgencias con mi hijo. No pude acompañar a Gema. Mandé mis besos al cielo, pero no pude estar.
Este año el COVID quería cortarle las alas a esta maravillosa mujer. Pero con la misma fuerza que un día Lucía luchó, ella sigue luchando. Y creó la magia. Lo hizo posible. Sí, una comida virtual, si una comida por pantalla, llamarlo como queráis, pero ella lo volvió a lograr. Nos transporto a todos. Gracias Gema por tanto.
Además los fantasmas no dejaban de visitarme. A finales de la pasada semana mi gran amiga Lucía cumplía años, al felicitarle, me presento a sus fantasmas. Su hijo en recaída no recibió buenas noticias. Está intentando combatir el miedo de esos fantasmas que quieren dejarle en la sombra. Sé que lo va a lograr. E intentaré ayudarle en ello. Es una madre luchadora y poderosa. Tiene que gestionar el miedo, el terror, para seguir en su cruzada. Su pequeño lo va a lograr. Estoy segura. Pero el maldito bicho no lo está poniendo fácil. Y me hizo tambalearme.
Al otro lado mi amiga Rosa. Una madre entregada. Única. Positiva. Siempre con una sonrisa. Solidaria. Podría no parar. Otro de los regalos que me tenía reservados la vida. Con la que tenía que haber compartido el año pasado mesa en la cena de Gema, no pudo ser, y este año tampoco. Pero no nos rendimos. Lo lograremos. Porque su hija esta recaída la va a superar con creces. Me ha prometido que hará surf con mi hija y montará a caballo con mi hijo. Me tomaré unos vinos con mi amiga mientras vemos como nuestros fantasmas se desvanecen. Y cada vez que quieran apoderarse de nuestra mente les ganaremos la batalla.
Así que sí, fue una semana difícil porque los fantasmas quisieron aparecerse todo el tiempo. Aprender a gestionar el miedo es fundamental. Por eso el objetivo de mi comunicación hoy estaba claro. El desahogo de compartir mi miedo. ¿Tú tienes miedo?
Como siempre mi humilde opinión.
“El fantasma del miedo es aquel al que sólo nosotros alimentamos”
ROCÍO BRACERO