#concentracionparacrear
Cuando necesitas crear necesitas concentrarte en 3, 2, 1 YA… y de repente que las ideas empiecen a fluir de tu cabeza como si fuese tan fácil como dar a un botón. Pero no. Las ideas navegan, vienen. Y hay que aprender a concentrarse.
Muchas veces, quien me conoce bien, siempre se queja de mis eternos mensajes de audio por WhatsApp. O mis kilométricos mensajes de texto. Es un efecto de mi profesión. Tengo un blog de notas con ideas locas. A veces cogen forma y otras no. Tengo cientos de podcast con parrafadas. Algunas a las tres de la tarde y otras a las tres de la mañana. ¿Guiones empezados? cientos… mejor dicho miles…. ideas de libros, de páginas web, de marcas, slogan… mi cabeza fluye y no siempre fluye cuando quiero.
Muchas veces viendo la TV, leyendo un libro, un articulo, un reportaje o una frase de mis hijos, incluso uno de sus dibujos, hace que mi imaginación vuele y me permita crear. Pero no siempre tengo ese rato para embelesarme en mis ideas y escribir o crear sin parar. A veces viene y tan sólo puedo recordarme en un titular para escribirlo en otro momento. Es lo que llamo mi nevera de ideas. A veces congelador, porque cuando quiero retomarlas ya no tienen la vida que tenían en mi cabeza.
Los personajes de mi cabeza
Es una maravilla cuando pasa. Escuchar a los personajes en tu cabeza, las ideas, los colores, las frases, las creaciones… nunca me siento sola. Me cambian hasta el estado de ánimo en muchas ocasiones. Pero otras veces les llamo a la puerta y no me abren. Son como pequeños pitufos enfadados. Se encierran con un portazo y ni una sola palabra. Esa sequía es horrible.
Y a veces la sequía viene cuando hay que entregar un proyecto a un cliente, sí o sí. Y por mucho que aporreas la puerta no abren.
Como una puerta cerrada
Al principio no entendía porque ocurría eso. Con los años y el tiempo eres capaz de concentrarte. Y cada uno encuentra como llegar a ese estado de creación. Quizá ese día no sea el mejor pero podrás ser capaz de asegurar la jornada. No todos los días creas el mejor de tus productos, pero un creativo debe crear siempre.
Yo lo encontré. Es el deporte.
Siempre. Desde hace muchos años mis frustraciones se van con el deporte. E intentado el yoga, pilates, la meditación y reconozco que no me han llevado jamás a la relajación que necesito. Soy muy nerviosa, muchísimo. Muy inquieta. Y tan sólo consigo controlar mi estrés y llegar a mi estado zen de creación con el deporte límite. Siempre con control. Sabiendo lo que tu cuerpo te permite.
Deporte vía de escape
Dos o tres clases de spinning sin parar, con la música a tope y grandes profesores que te motivan… clase y partido de pádel seguidos.. y sobre todo correr. Correr por mi pinar, mi lugar. Todos tenemos un lugar y ese es el mío. Él me escucha, recoge mis penas, mis alegrías y entre como entre siempre salgo tranquila y en paz. Puedo correr muy rápido, muy lento o caminar. Su energía es como si me perteneciese. Y todos y cada uno de mis personajes nacen allí. Todas y cada una de mis historias. Y las que no nacen allí pasan por allí sus momentos más felices.
Después de correr, o de hacer deporte, de ese que me pone el cuerpo al límite, soy capaz de empezar y resetear. Dije que el yoga no, hay un yoga que sí, el de mi gran amiga Nuria Mateos, ese sí un yoga muy físico que no me deja pensar. Me concentro en superarme.
Así lo logro y creo.
Esto me demostró que como el cuerpo, la mente y la concentración también se entrenan. Sólo hay que ser capaz de encontrar el modo, tu modo, y ponerlo en práctica sin parar y así lo lograrás.
¿Y tú, cómo encuentras la concentración?
Mi humilde opinión
“El deporte es aquella llave que permite cerrar la cabeza y abrir el alma”.
ROCÍO BRACERO